1- Respons(h)abilidad Incondicional: Ser consciente de nuestra capacidad de elección nos permite asumir el rol de protagonistas en lugar de victimizarnos.
2- Integridad Esencial: Actuar de manera coherente con valores universales genera paz interior y fortalece nuestro potencial.
3- Humildad Ontológica: Aceptar que existen múltiples perspectivas nos abre a nuevas posibilidades y aprendizaje continuo.
4- Comunicación Auténtica: Expresar nuestras ideas de manera honesta y sin violencia, fomentando el entendimiento mutuo.
5- Negociación Constructiva: Crear soluciones colaborativas que beneficien a todas las partes, promoviendo el respeto y el consenso.
6- Coordinación Impecable: Cumplir con compromisos claros y precisos genera confianza y acciones efectivas.
7- Maestría Emocional: Gestionar nuestras emociones con autoconsciencia y regulación favorece el equilibrio entre razón y emoción.